Orientaciones y Sugerencias
ORIENTACIONES Y SUGERENCIAS
El país en cara
las dificultades y necesidades de los diferentes colectivos juveniles que
constituyen los grupos críticos que conforman las nuevas dinámicas sociales:
los ocupados, los desempleados y los que no estudian ni trabajan.
En 2013, de 21.5
millones de jóvenes 26 que representaban el 18.2% de la población total, 27 se
ubicaban en el mundo laboral sólo 9.1 millones (90.8%) en las siguientes
condiciones: el 77.4% realizaba un trabajo subordinado, el 8.2% tenía un
trabajo independiente o por su cuenta y el 14.4% no percibía remuneración
alguna (quizá se encuentran en los denominados aprendices o practicantes
profesionales). Las unidades económicas en donde se insertaron fueron: en
negocios familiares registrados el 28%; en empresas constituidas el 27.3%; en
negocios de pequeña escala no registrados —de manera independiente o
subordinada— el 26.8%; en la agricultura un 6.4%; en la administración pública
el 5%; en el servicio doméstico remunerado el 3.7%; en instituciones privadas
—asociaciones civiles— el 1.5% y el resto no se pudo identificar (1.3).28 Como
puede apreciarse, se insertan en ramas de actividad y en empresas asociadas a
sectores de baja productividad, con mínimas remuneraciones (en algunos casos, a
pesar de contar con competencias superiores a las exigidas para desempeñar el
puesto).29 Adicionalmente, en las reestructuraciones son el grupo más
perjudicado debido al tipo de contratos, ocupaciones y sectores en los que
trabajan. A menudo, compiten con trabajadores con más experiencia y plenamente
formados.
En la vida
diaria uno de acuerdo al papel que tenga o intérprete desea de igual forma
ayudar de alguna forma u orientar para el trabajo de estas nuevas generaciones
que mostrando datos anteriores, se ha convertido en algo complicado para
muchos, para poder conseguir una vida digna gracias a los salarios de estos
empleos.
1. Establecer
políticas macroeconómicas favorables al empleo juvenil. La mejora del empleo
juvenil debe ser no solo una cuestión de los ministerios de trabajo o de los
jóvenes, sino también de los bancos centrales, los ministerios de
planificación, los ministerios de economía e industria, es decir, debe ser
responsabilidad de todo el gobierno. Así pues, se requiere promover políticas
macroeconómicas e incentivos fiscales que apoyen el empleo juvenil, teniendo en
cuenta las diversas situaciones económicas de los países.
2. Aumentar la inversión
en educación y dar más importancia a la orientación. Incrementar la inversión
para mejorar el acceso a programas de enseñanza de calidad y de desarrollo de
competencias. Esto debería complementarse con enfoques específicos que fomenten
el aprendizaje a lo largo de toda la vida y faciliten la certificación de
competencias.
3. Apostar a
carreras técnicas en sectores estratégicos. No es una receta mágica. Sin
embargo, en países cuyos sistemas educativos han apostado por sectores
estratégicos obtienen muy buenos resultados de inserción laboral.
Además no
podemos olvidar las innovaciones electrónicas pues cabe decir que
lamentablemente los jóvenes se encuentran en un momento de duda y reflexión en
el que deben tomar una de las decisiones más importantes de su futuro. Es
fundamental que antes de tomarla puedan acceder a un análisis de su
personalidad, habilidades, intereses y preferencias para lograr reducir esa
incertidumbre", explicó Marcelo Fumasoni, Director de
Recursos Humanos de Microsoft para América Latina e integrante del board de PDA
HR Tech Argentina, que ofrece la herramienta de TOV (Test de Orientación
Vocacional).
Sugerencias que ofrece el gobierno mexicano.
•Jóvenes
Construyendo el Futuro.
Jóvenes
Construyendo el Futuro es uno de los Programas para el Bienestar que impulsa el
Gobierno de la Cuarta Transformación con el que se brinda, durante 12 meses,
capacitación gratuita en empresas y centros de trabajo a jóvenes de entre 18 y
29 años de edad que no estén estudiando o no cuenten con un trabajo, en aras de
desarrollar sus habilidades y capacidades y así colaborar en su inserción al
mundo laboral, garantizando su derecho al trabajo. Durante la
capacitación, las y los jóvenes inscritos al programa reciben un apoyo
económico mensual equivalente a un salario mínimo que, en 2023, es de $7 mil
572 pesos.
Además, las y
los beneficiarios son acreedores a un seguro médico del IMSS que abarca
enfermedades, maternidad y riesgos de trabajo. Durante el tiempo en que la o el
joven esté inscrito al programa, los centros de trabajo fungirán como tutores,
quienes evaluarán de manera mensual el desempeño del aprendiz. A su vez, el
aprendiz hará lo propio con el tutor. Al finalizar la capacitación, los y las aprendices
recibirán un documento en donde se acreditará las habilidades adquiridas y, en
caso de no ser contratado por el centro de trabajo donde se adiestró, se le
ofrecerá un menú de opciones que le facilite su incorporación en el mercado
laboral.
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